lunes, 25 de noviembre de 2024

Árboles. Joyce Kilmer (1886-1918)

Creo que jamás mis ojos podrán ver,
Poema tan dulce como un árbol al amanecer.

Un árbol cuya hambrienta boca,
Presiona el corazón de la tierra que toca.

Un árbol que a Dios mira todo el día,
Y en oración eleva sus hojosos brazos cada día.

Un árbol que lucir puede en verano,
El nido de un ruiseñor en su cabello adornado.

Sobre cuyo pecho la lluvia ha reposado,
Pues con ella vive íntimamente ligado.

Los tontos como yo suelen escribir poesía,
Pero sólo Dios puede crear árboles cada día.