martes, 7 de mayo de 2024

Un arte. Elizabeth Bishop (1911-1979)

Dominar el arte de perder no es difícil;
cuántas cosas parecen estar hechas con el propósito
de que se pierdan, su pérdida no es un desastre.

Pierde algo cada día. Acepta la inquietud
de perder las llaves de las puertas, esa hora que pasa tontamente.
Dominar el arte de perder no es difícil.

Ahora ve más lejos, pierde con más rapidez:
lugares, nombres, y donde fuera que pretendieras
viajar. Nada de esto será un desastre.

Yo perdí el reloj de mi madre. ¡Y mira! También la última,
o penúltima, de mis tres adoradas casas se esfumó.
Dominar el arte de perder no es complicado.

Perdí dos ciudades, entrañables ambas. Y, lo que es peor,
un par de reinos que me pertenecían, dos ríos, un continente.
Los extraño, pero no fue un desastre.

Hasta perdiéndote (tu voz cariñosa, ese gesto
que amo), no te habría mentido. Es evidente
que dominar el arte de perder no es tan difícil;
aunque quizá parezca (¡escríbelo!) un desastre.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario