lunes, 30 de septiembre de 2024

Poemas. Lawrence Ferlinghetti (1919-2021)

Un Coney Island de la mente. 


En las grandes escenas de Goya nos parece que vemos
los pueblos del mundo
exactamente en el momento en que
por primera vez alcanzaron el título de “humanidad sufriente”
Se retuercen en la página
con una verdadera furia de adversidad
amontonados
gimiendo con bebés y bayonetas
bajo cielos de cemento
en un paisaje abstracto de palos secos
estatuas dobladas alas de murciélagos y picos
horcas resbalosas
cadáveres y gallos carnívoros
y todos los rugientes monstruos finales de la
“imaginación del desastre”
son tan sangrientamente reales
es como si todavía existieran realmente

y existen

sólo el paisaje ha cambiado

todavía están alineados en las carreteras
plagadas de legionarios
falsos molinos de viento y gallos dementes
son la misma gente
solo que más lejos del hogar
en autopistas de cincuenta carriles
en un continente concreto
intercalado de blandos anuncios
representando imbéciles ilusiones de felicidad

la escena tiene menos cureñas
pero más ciudadanos inválidos
en automóviles pintados
y llevan placas extrañas
y motores
que devoran Norteamérica





Cristo se bajó. 


Cristo se bajó
de Su Árbol desnudo
este año
y huyó a donde
no hubieran árboles de navidad arrancados

Cristo se bajó
De su árbol desnudo
Y huyó a donde
No hubiera árboles de navidad dorados
ni árboles de Navidad plateados
ni árboles de Navidad de papel de estaño
ni árboles de Navidad de plástico rosado
ni árboles de Navidad de oro
ni árboles de Navidad negros
ni árboles de Navidad celestes
adornados con velitas eléctricas de lata
y tíos pesados y creídos

Cristo se bajó
de su Árbol desnudo
este año
y huyó a donde
ningún intrépido vendedor ambulante de Biblias
recorriera el países
en un cadillac de dos tonos
y donde ningún nacimiento de Sears Roebuck
completo con niño de plástico y pesebre
llegara por correo certificado
el niño con entrega inmediata
y donde los Magos de televisión
no cantaran alabanzas al Whisky Lord Calvert

Cristo se bajó
de su árbol desnudo
este año
y huyó a donde
ningún gordo desconocido y bonachón
vestido de franela roja
con barba de mentira
caminara haciéndose pasar
por una especie de santo del Polo Norte
a través del desierto de Belen Pennsylvania
en un trineo Volkswagen
arrastrando por renos retozones de Adirondack
con nombres alemanes
y cargado de sacos de Humildes Regalos
de Sacks de la Quinta Avenida
para el Niño Dios que cada uno se imagina

Cristo se bajó
de su árbol desnudo
este año
y huyó a donde
los cantadores de villancicos de Bing Crosby
no lloriquearan que la Nochebuena es fría
y los ángeles del radio City
no patinaran sin alas
en un país de las maravillas todo nevado
entrando a un cielo de alegres cascabeles
diariamente a los 8:30
con matinés de la Misa del Gallo

Cristo se bajó
de su árbol desnudo
este año
y se fue a refugiar silenciosamente en
el vientre de una anónima María otra vez
donde en la noche oscura
del alma anónima de cada uno
el espera otra vez
una inimaginable
e imposible
inmaculada Reconcepción
la más loca
de las Segundas Venidas





Allen Ginsberg se está muriendo.


Allen Ginsberg se está muriendo
dicen los periódicos
los noticieros
Un gran poeta está muriendo
Pero su voz
no morirá Su voz está en la tierra
En Lower Manhattan
en su propia cama
está muriendo
No podemos
hacer nada
Está muriendo la muerte que todos mueren
Está muriendo la muerte que mueren los poetas
tiene un teléfono en la mano
y desde su cama en Lower Manhattan
llama a todos
Tarde en la noche
en todos los lugares del mundo
el teléfono suena
“Habla Allen”
dice la voz
“Habla Allen Ginsberg” Cuántas veces han escuchado esa voz
en todos estos grandes años
No tendría que decir “Ginsberg” En todo el mundo
en el mundo de los poetas
solamente hay un Allen
“Quería decirte” dice
Les dice lo que sucede
lo que se le viene
encima
La muerte la amante oscura
se le viene encima
Su voz viaja vía satélite
sobre la tierra
sobre el mar de Japón
donde un día él se alzó desnudo
tridente en mano
un hombre joven de barba negra
como un joven Neptuno
de pie en una playa de piedras
Hay marea alta y las aves marinas lloran
Las olas rompen contra él
y las aves marinas lloran
en la costa de San Francisco
Sopla un viento fuerte
hay olas enormes
azotando el Embarcadero
Allen está en el teléfono
su voz está en las olas
Yo leo un libro de poesía griega
en donde está el mar
y los caballos lloran
donde los caballos de Aquiles
lloran
aquí junto al mar
en San Francisco
donde las olas lloran
Hacen un sonido sibilante
profético
Allen
susurran
Allen





Es terrible un caballo en la noche. 


Es terrible
un caballo en la noche
parado y solo
en la calle tranquila
relinchando
como si un triste desnudo a horcajadas en él
le apretara con piernas calientes
y cantara
una dulce y alta y hambrienta
sílaba única





Leyendo a Yeats no pienso. 


Leyendo a Yeats no pienso
en Irlanda
sino en el verano de New York
y entonces allí
leyendo aquel volumen que hallé
en el El de la Tercera Avenida
el El
con sus abanicos de moscas
y sus letreros que rezan
PROHIBIDO ESCUPIR
el El
recostado en su mundo de tercer piso
con su gente de tercer piso
en sus puertas de tercer piso
mirando con cara de no haber oído hablar
nunca del suelo
y una anciana dama
regando su planta
o un "mono" con sombrero
clavando un alfiler en su corbata
de pipermín
y mirando con cara de no tener ningún lugar
a donde ir
más que coneyisland
o un descamisado
meciéndose en su mecedora
mirando pasar el El
como si pasara diferente
cada vez
Leyendo a Yeats no pienso
en Arcadia
y sus bosques que Yeats creía muertos
pienso
en todos los rostros idos
cayendo en medio de la ciudad
con sus sombreros y sus empleos
y en aquel libro perdido que hallé
con su cubierta azul, blanca por dentro
donde con un lápiz habían escrito
¡JINETE, PASA DE LARGO!





La gata.


La gata
se lame una pata y
se recuesta
en el hueco de la biblioteca
yace allí
largas horas
imperturbable como una esfinge
luego gira su cabeza
hacia mí
se incorpora
estira su cuerpo
me da la espalda
nuevamente lame su pata
como si el tiempo real
no hubiera pasado
Y no lo ha hecho
y ella es una esfinge
que posee los tiempos del mundo
en el desierto de su tiempo
Ella
sabe dónde mueren las moscas
puede ver fantasmas
en las partículas del aire
percibir sombras
en un rayo de sol
Ella oye la música de las esferas
los sonidos que transmiten
los cables
en las casas
y también el zumbido
del universo
en el espacio interestelar
pero siempre
prefiere los rincones hogareños
y el ronroneo de la estufa





Siempre expuesto al ridículo.


Siempre expuesto al ridículo
y a la muerte
el poeta se presenta
sobre las cabezas
del público
y cual acróbata trepa
por la rima
hasta una cuerda floja por él tendida
y equilibrándose en miradas
sobre un mar de rostros
recorre su camino
hacia el otro lado del día
paso a paso, entre cabriolas
pases de baile
y otros malabares

Y todo sin equivocarse
con aquello
que pueda desaparecer

Porque él es el súper realista
obligado a percibir
una tensa verdad
antes de cada paso
con que cree avanzar
hacia la cornisa
donde espera la Belleza
tan grávida
a punto de dar el salto mortal

Y él es
apenas un chaplín
que puede o no captar
esa eterna forma
extendiendo alas en el aire vacío
de la existencia.





No mucho después.


No mucho después del principio del tiempo
hacia las nueve
de una no demasiado calurosa
noche de verano
en la puerta
de la NUEVA PISA
bajo la olvidada
cabeza en yeso de DANTE
esperando por una mesa
y observándolo
Todo
había un hombre con un espejo por cabeza
lo cual parecía muy normal
excepto que
le sobresalían orejas verdaderas
y que tenía un cartel
donde se leía
UN POEMA ES UN ESPEJO QUE CAMINA POR UNA EXTRAÑA CALLE
pero de cualquier modo
como estaba diciendo
no mucho después del comienzo
del tiempo
este hombre que era todo ojos
no tenía boca
Lo único que podía hacer era
mostrar a la gente lo que quería expresar
Y resultó
que él pretendía
ser pintor
Pero de cualquier modo
este pintor
que no podía hablar o decir nada
sobre lo que él
quería expresar
parecía el pintor más feliz
del mundo entero
detenido allí
observándolo todo
y reflejándolo
Todo
en su enorme
Ojo Hambriento
así fue que vi reflejadas allí
Cuatro paredes cubiertas de imágenes
de la torre inclinada de Pisa
todas ellas inclinadas en distintas direcciones
Cinco palcos con mesas
Quince mesas sin palcos
Un bar
con un barman que parecía
un campeón de béisbol
con una cantidad de trofeos locales
colgados detrás
Tres camareras de proporciones y rostros diferentes
una grande como un pequeño fox terrier
una del tamaño de un cachalote pequeño
una extraña como un ángel
pero las tres
con los mismos ojos
Una puerta de cocina con un hermano cocinero
de pie ante ella
con los mismos ojos
y alrededor
de ciento setenta y tres personas que hablaban y se agitaban
y
reían y comían y bebían y sonreían
y fruncían el ceño
y sacudían las cabezas y abrían las bocas llevando a ellas
tenedores y
cucharas y masticaban y tragaban toda clase
de productos
y se acomodaban en sus asientos relajándose quizás y bebían café
y encendían cigarrillos y se levantaban y etcétera

y partiendo
hacia la noche
sin advertir siquiera
al hombre de la cabeza de espejo
bajo la olvidada
cabeza de Dante
mirando
a todos
con los mismos ojos
como si aún estuviera buscando
Por doquier
a su perdida Beatrice
pero con apenas un toque
de diabólico lápiz de labios
en la misma punta
de su nariz.





Los surferos también son poetas.


Los surferos también son poetas
si lo miras de este modo
por lo menos en este oeste del Oeste
Ellos también andan buscando
las ola perfecta
con el ritmo perfecto sublime
También buscan la luz interminable
al final del túnel del tiempo
Volarían también
a través del ojo de una aguja
Ellos también son realistas
y conocen una ola asesina cuando la ven
No son ciberpunks
surfeando a través del ciberespacio
Son marinos que saben
que el mar como la vida tiene sus rabias
y puede ser un monstruo implacable
cuando quiere
destrozando el poema de tu verano infinito
contra las piedras sin rima de la atroz fortuna.





La naturaleza herida de Morris Graves. 


La naturaleza herida de Morris Graves
no es el mismo Oeste salvaje
que halló el hombre blanco
Es la tierra descubierta por Buda
yendo hacia otra parte
es un salvaje nido blanco
en el enloquecido Norte
de la introspección
donde los «halcones del ojo interior»
se lanzan en picada y mueren
atisbando en la mortal caída
toda la memoria vital
de la existencia
y con alas de tiza sombría
dibujan las imágenes entretejidas
de mil vuelos
en el cielo plomizo

La noche es el «refugio natural»
de esos «pájaros del espíritu» con alas sangrantes
de esas bandadas de chorlitos
águilas barbudas
pájaros ciegos que cantan
en campos de vidrio
de esos cisnes enamorados de la luna y gansos en éxtasis
garzas atrapadas
búhos de carbón
símbolos de tortugas que trotan
de esos peces rosáceos entre las montañas
urracas en busca de nido
zumbidos de cartílagos
pareándose en el aire
entre lunas alucinatorias

Y de un pájaro enmascarado
pescando en un arroyo dorado
y un ibis dando alimento
«de su propio pecho»
y un «espectro de Connemara» perdido
(de tamaño natural)
Y luego de esos pájaros cansados y mudos
que llevan peces y papeles
entre dos arroyos
los arroyos
del olvido
donde la imaginación
vuelve sobre sí misma
con una visión blanca y eléctrica
y se redescubre en medio de las Hébridas
aún enloquecida y hambrienta.





Retos para poetas jóvenes. 


Inventen un nuevo lenguaje que cualquier persona pueda entender.
Escalen la estatua de la libertad.
Alcancen lo inalcanzable.
Besen el espejo y escriban sobre lo que vean y escuchen.
Dancen con lobos y cuenten estrellas, incluyendo aquellas que no se pueden ver.
Sean ingenuos, inocentes, no cínicos, como si acabaran de llegar a la tierra (lo cual es cierto en su caso, lo cual es cierto en todos los casos), sorprendidos por aquello a lo que han arribado.
Escriban periódicos llenos de vida. Sean reporteros del espacio exterior, enviando despachos a ese supremo editor que aún cree en el descubrimiento total y que tiene poca tolerancia al aire caliente.
Escriban un poema sin fin acerca de sus vidas en la tierra, o en donde sea.
Lean entre líneas el discurso humano.
Eviten lo provinciano, vayan por lo universal.
Piensen subjetivamente, escriban objetivamente.
Imaginen largos pensamientos en frases cortas.
No vayan a talleres de poesía; pero si van, no vayan a aprender "cómo" sino a aprender "qué" (Qué es importante escribir).
No se dobleguen ante críticos que no hayan escrito grandes obras maestras.
Resistan mucho, obedezcan menos.
Liberen en secreto a cualquier ser que vean en una jaula.
Escriban poemas breves sobre la voz de la aves. Hagan realmente lírica su lírica. Los cantos de las aves no están hechos con máquinas. Den a su poema alas para que vuele sobre las copas de los árboles.
La multicitada máxima de William Carlos Williams, "No hay ideas sino en las cosas", está bien para la prosa, pero le da un golpe de muerte a la lírica, ya que las "cosas" están muertas.
No contemplen su ombligo en la poesía y piensen que el resto del mundo pensará que es importante.
Recuerden todo, no olviden.
Trabajen en una frontera, si pueden encontrar alguna.
Vayan al mar, o trabajen cerca del agua, y remen su propio bote.
Júntense con poetas pensantes. Son difíciles de encontrar.
Cultiven la disidencia y el pensamiento crítico. "El primer pensamiento es el mejor pensamiento" es una idea que tal vez no funcione para la mejor poesía. El primer pensamiento podría ser el peor pensamiento.
¿Qué hay ahora en su mente? ¿Qué traman? Abran la boca y dejen de murmurar.
No sean tan "de mente abierta" que sus cesos se les salgan.
Cuestionen todo y a todos. Sean subversivos, confronten contantemente a la realidad y al estatus quo.
Sean poetas, no mercachifles. No abastezcan, no complazcan, especialmente no lo hagan con sus posibles audiencias, lectores, editores o publicistas.
Salgan del clóset. Ahí adentro está oscuro.
Levanten las persianas, abran las ventanas de par en par, desháganse de sus techos, desatornillen las chapas de las puertas, pero no pierdan los tornillos.
Comprométanse con algo que no sean ustedes mismos. Sean militantes. O extacíense.
Ser un poeta a los dieciséis años es tener dieciséis años, ser un poeta a los 40 es ser un poeta. Sean ambos.
Levántense y tiren una meada, el mundo está en llamas.
Tengan un buen día.





Manifiesto populista N° 1.


Poetas, salid de vuestros armarios,
abrid vuestras ventanas, abrid vuestras puertas,
habéis estado enclaustrados demasiado
en vuestros mundos cerrados.
(…)
Poetas, descended
a la calle del mundo una vez más
y abrid vuestras mentes & ojos
con el antiguo deleite visual.
Aclarad vuestras gargantas y decidlo:
La Poesía ha muerto, viva la poesía
con ojos terribles y fortaleza de búfalo.
(…)
La poesía cae todavía de los cielos
hacia nuestras calles aún abiertas.
(…)





En algún momento de la eternidad.


En algún momento de la eternidad
algunos tíos se presentan
y uno de ellos
que se presenta muy retrasado
es una especie de carpintero
de un sitio de mierda como Galilea
y comienza a vociferar
y afirma que está enterado
de quién creó el cielo
y la tierra
y que el tipo
que nos colmó de rollos
es su Papá
Y ademas
añade
todo esta escrito
en una especie de rollos de papiro
que algunos secuaces
dejan esparcidos por algunas partes del Mar Muerto
y que no encontrarás en dos mil años o más
o al menos
en mil novecientos cuarenta y siete años
para ser exactos
y aun así
nadie cree en ellos realmente
o en mí
de verdad
Eres cojonudo
le dicen
Y le despachan para el otro Barrio
Y le ponen a estirar en el Árbol para que se enfríe
Y después de esto
todos están haciendo siempre modelos
de este Árbol
con El colgado
y siempre canturreando Su nombre
y llamándole a El para que baje
y forme parte
del combo
como si fuera el cabecilla
que tiene que tocar
o si no la cosa no funcionará
Pero el no baja
de Su Árbol
Queda colgado en Su Árbol
y parece estar Hecho polvo por completo
y muy tronado
y también
según un resumen
de las últimas noticias del mundo
de las habituales fuentes al parecer no fidedignas
muertísimo.


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