viernes, 26 de abril de 2024

El espejo de la musa. Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832)

Cierto día, temprano, cuando el empeño se adornó con impaciencia,
La Musa siguió la corriente del río,
Hasta un rincón apartado y tranquilo.
Rápida y sonora fluía
La cambiante superficie distorsionada,
Hacia sus figura encantadora que huía,
Entonces la Diosa abandonó la ira.
Sin embargo, el arroyo la llamó burlándose::
¿No verás entonces la verdad en mi claro espejo?
Pero ella corría lejos, cerca del océano;
En su figura el regocijo alababa,
Adornando debidamente su guirnalda.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario