viernes, 13 de septiembre de 2024

Poemas. Lemn Sissay.

Besos invisibles.


Si hubo alguna vez alguien
Que cuando duermes
Te limpiara las lágrimas
Vertidas en sueños;
Que te ofreciera tiempo
Mientras otros lo piden;
Cuyo amor superara
Las arenas del mundo.

Si hubo alguna vez alguien
Con quien llorar;
Que cada lágrima
Echara a volar;
Que ofreciera su ayuda
En los riscos del tiempo;
Que dejara que cada atardecer
aliviara el hastío del cerebro.

Si hubo alguna vez alguien
Que cuando hacia él corres
Empujara las nubes
Para bañarte en sol;
Que tendiera los brazos
Si te cayeras;
Que te mostrara todo
Si lo hubieras perdido.

Si hubo alguna vez alguien
Que cuando vences
Estuviera aún antes
Y creyera en ti entonces,
Que limpiara el ambiente
Si lo llena el fracaso;
Que contara el amor
Pero nunca su coste.

Si hubo alguna vez alguien
Que cuando tienes frío
Te trajera aire cálido
Para las manos,
Que pusiera paz
Cuando arrecia el dolor,
Que liberara risa
Bajo la lluvia hiriente

Si hubo alguna vez alguien
Que te diera esto y más
Que en los cuartos sin llave
Aún puede abrir las puertas;
Que en las puertas abiertas
Ve los campos abiertos
Y en los campos abiertos
Puede ver las cosechas.

Entonces ve sólo mi cara
Reflejada en estas mareas
A través del agua clara
Más allá de la ribera.
Sólo puedo dar amor
Y en eso esto consiste:
Un poema y un collar
De besos invisibles.





Intento de... 


Midió la soga, dejó una nota
Diciendo que 'ya no podía más'.
Se subió a una silla le pegó una patada
Y aterrizó en el suelo.
Metió, pues, la cabeza en el horno de gas
Y tanteó en busca del mando.
El cazo de espaguetis se le volcó en el cuello
Y se abrasó la mano en todo el quemador.

Le vi ir por la autopista con aire desafiante,
Brazos en alto, queriendo que llegaran los coches.
La policía vino y le acusó
De obstruir el arcén.
De cualquier forma allí no había coches
Para romperle antes de tiempo el corazón.
Así que va, desafiante, con los ojos vendados,
Por una abandonada vía de tren.





Una bandada de sonido.


Hay un ritmo, un ritmo del alma
Un ritmo de pasa que hace frío,
Un ritmo de no hace falta ir,
Un ritmo de descálzate de heridas
Y sacúdete el mañana de encima,
Hay un ritmo, ritmo salvaje,
Un ritmo de un adulto es como un niño,
Un ritmo feliz y susurrante
Un ritmo sonriente y atento.
Hay un ritmo, ritmo más alto que el cielo,
El ritmo de los espacios, dulce ritmo,
Mezclado con licor. Un ritmo
De parpadeo y suave muslo lamido.
Un ritmo de vente adonde se está cómodo.
Un ritmo de relájate en tu ser negro
Y no retires nada de lo dicho.
Hay un ritmo, un ritmo.
Un ritmo estable de dulce sonido,
Un ritmo colgado y centrado,
Un ritmo de 'cede ante tu instinto',
Un ritmo de estación de lluvias
Caricias y moreno azúcar
Goteante acurrucado,
De aterrizar en la luna.
Un ritmo de hacer sitio.
Un ritmo de lago y neblina labio que besa rocío que se desliza
conectado sin riesgos y a la vez acelerado rodeado de sonido con rumbo al futuro
De alfombra mágica con destino a casa
De dolor que desaparece de caderas que se mueven de presión que cede
de depresión que decrece de pintadas que serpentean de niño
que ríe de cruzar la calle -Pase espere- de apretar el botón
de vestirse para el centro para las afueras de ánimos que se levantan de tierra que tiembla
ondas en un lago de un ritmo
ondas en un lago de un ritmo
ondas en un lago.
Una bandada de sonido.


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