jueves, 17 de julio de 2025

Poemas I. Jesús Munárriz.

Aquel fulgor.

                                                  Saikaku

Soy una prostituta japonesa
del siglo diecisiete,
joven, bella

Hago el amor a un comerciante
para quien quemo áloe, templo sake
y samicén, y desciño mi faja
lentamente

El fulgor en la noche

De amanecida pedirá papel,
pincel, le haré la tinta,
y esbozará unos signos
elegantes

Hallaré aquella noche varios siglos más tarde
leyendo a Saikaku

Aquel fulgor





Cuando el viento abalanza sus mastines...

Cuando el viento abalanza sus mastines
por las encrucijadas del olvido
y levanta las hojas del recuerdo
que cubrían las huellas del camino,
se ve un paisaje desolado y yerto,
la sombra de los días que se han ido,
borrando con su paso la esperanza
de algún inencontrable paraíso,
cuando el viento abalanza sus mastines
por las encrucijadas del olvido.

Cuando la noche trae su misterio
y se mira a los ojos al destino,
cuando la soledad se precipita
por nuestra confusión y sus abismos,
de no se sabe dónde, la tristeza
aparece de pronto con su frío
dejando un esqueleto de verdades
olvidado a la puerta del vacío,
cuando la noche trae su misterio
y se mira a los ojos al destino.

Cuando la nada crece en las macetas
y se esconde en el fondo del pasillo,
cuando nos despertamos con su cuerpo
pegado a nuestro nombre y apellido,
olas de sal golpean las paredes,
se arremolinan ante el precipicio
y nos va arrebatando su blancura
hasta el último sueño del sentido,
cuando la nada crece en las macetas
y se esconde en el fondo del pasillo.

"Esos tus ojos" 1981





De poeta a poeta.

Sabes -y sueles- hacer el amor
como el poeta construye sus versos:
con acordada mezcla
de pasión y sistema
(y no digo artificio),
de música, entusiasmo,
intuición y saber.
Precisas emociones
las transformas en ri tmo
y melodiosa fantasía
enriquece tus gestos;
sabrosa perversión
los enloquece.
Cuando estás inspirada, que es bastante a menudo,
me transportas a límites nunca antes alcanzados.
De poeta a poeta:
enhorabuena.
¿Cómo podría hacerme
con tus obras completas?

"Esos tus ojos" 1981





De tu presencia guardo, sobre todo...

De tu presencia guardo, sobre todo,
las huellas que dejaron
tus primeras sonrisas
en la confusa sombra
de mi melancolía.

"De aquel amor me quedan estos versos" 1975





El carro.

Los que tiran del carro
                                      -larga recua
los que guían el carro
                                      -como pueden
los que trepan al carro
                                       -tontos listos
loS que van tras el carro
                                       -no lo alcanzan

los que miran el carro
                                       -con envidia
los que son de otro carro

y los que van a pie, campo a través.


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