Por eso estoy en las palabras...
Por eso estoy en las palabras.
Porque el silencio vive si la palabra calla
y el olvido se extiende donde el amor deserta,
y de las mordeduras gozosas o crueles
sólo queda la huella que arrancan a las prensas.
Por eso estoy en las palabras.
Porque el cerezo da sus frutos sin saberlo
y sin saberlo el cáñamo presagia las banderas,
pero el hombre conoce que entre nada y la nada
sólo puede dejar unos vocablos limpios.
Unos vocablos limpios o una voz iracunda
que arranque el velo hirsuto donde se oculta el sueño,
porque sólo la voz, las palabras perduran
cuando embebe la helada la luz de los tejidos.
Por eso estoy en las palabras.
Porque a pesar de todo, contra razón, salvado
queda el que dijo. Y nada,
contra razón también, queda del que calló,
sino el molde vacío de su materia muda.
Por eso estoy con las palabras y por eso
redescubro un sentido al sinsentido en ellas
y repito sonidos que heredé sin quererlo
y es mi roce en su uso mi paso por la historia.
"Viajes y estancias" 1975
Qué va a quedar de estos días...
¿Qué va a quedar de estos días
borrachos de tu presencia
cuando tú seas ausencia
y yo mi melancolía?
¿Qué va a quedar de estos días?
¿Qué apetencia tuya y mía
arrastrará el viento loco
cuando le sepan a poco
tu soledad y la mía?
¿Qué apetencia tuya y mía?
La huella de tu aliento
será mi aliento,
la huella de tus labios
serán mis labios,
la huella de tu cuerpo
será mi cuerpo,
la huella de tus manos
serán mis manos.
¿Qué va a quedarle a la noche
rondándole por lo oscuro
cuando sea sólo un puro
e interminable derroche?
¿Qué va a quedarle a la noche?
¿Qué rincón de qué jardín
va a acordarse de nosotros
al ver felices a otros
donde nos vio a ti y a mí?
La huella de tu aliento
será mi aliento,
la huella de tus labios
serán mis labios,
la huella de tu cuerpo
será mi cuerpo,
la huella de tus manos
serán mis manos.
"Viajes y estancias" 1975
Quedar.
Quedar, quedar, quedar, como enterrados
vivos a los que va faltando el aire,
esta única obsesión: sobrevivir
cuando la nada acabe con nosotros.
Quedar, quedar, quedar, dejar un rastro
de que un día existimos, fuimos alguien,
vengarnos del callar definitivo
con este grito que llamamos arte.
Quedar, quedar, quedar, sobrevivir
aunque sea tan sólo unos segundos,
como enterrados vivos cuyas huellas
arañan la madera de la caja en que yacen.
"Esos tus ojos" 1981
Será mejor así...
Será mejor así.
Tu rostro eternamente trenzará entre mi pecho
inéditos cordajes,
se mantendrán tus manos taumaturgas,
y en tu ritmo no habrá jamás monotonía.
El color de tus ojos siempre será distinto,
y el sabor de tu piel,
y el de tu boca.
Jamás será rutina desnudarte
ni ver cómo te ocultas.
Porque no te atreviste
a romper con tu mundo cotidiano,
no será nunca el nuestro cotidiano,
rutinario y monótono.
Cada cual vivirá a solas su jornada
y en vez de soportarnos mansamente,
yo haré literatura entre otras cosas,
y tú no sé qué harás, fuera de mi memoria.
"De aquel amor me quedan estos versos" 1975
Surgió del llanto tu presencia...
Surgió del llanto tu presencia y trastrocó el pretil del sufrimiento sin ambages. Volaron desde entonces albos designios
por la mañana de mi soledad. Amanecía a tu lado diariamente un gris más pálido que su predecesor y desde él levantábamos,
acordes, escalones de pulso y de futuro. Lentos cimientos. Voluntad unánime, recelos desvelados.
Han echado raíces poderosas aquellas horas y mis células trenzan sólo mensajes que han de vivir las tuyas y de las tuyas
recibo yo también estas felices transmisiones que me nutren y animan. Soy carne de tu labio y beso de tu boca.
Llevo la marca de tus dedos en mi pelo y mi costado añora tu nariz. Hasta el cerebro, a menudo pospuesto en estos trámites,
te anhela en mí sin freno. Has sabido, de un vacío agrietado y sin límites, convocar las más sutiles concreciones para con ellas
ir hilando espacios habitables. Has recompuesto esta desmenuzada sábana laborable con una mano mágica.
Has dado aire al pincel, que por él se enarbola, y lucro a las palabras, ya incontinentes por tu ausencia.
Nadie supo jamás horadar este bote, dar voz a esta hojalata como tú. Han recaído en tu esqueleto impaciencias de siglos.
Has abierto un cancel oculto y por el patinillo a que da paso irrumpe, renovada, mi triple geografía.
He de viajarte ausente y renovarte misteriosa y diáfana. He de pisarte, uva madura, y destilarte, orujo, y aprovisionaré a mi descendencia de la bebida de tu cuerpo. Voy a engarzar mi historia en tu recuerdo para un proyecto alegre de renovadas
simetrías. Voy a soñarte en cada vida. Voy a vivirte en cada sueño.
"De aquel amor me quedan estos versos" 1975
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